lunes, 3 de noviembre de 2014

¿QUE ES LA SOBREPROTECCIÓN INFANTIL?

Podemos definir de forma sencilla la sobreprotección infantil como “Proteger o cuidar en exceso”.

Los cuidados que todo niño recibe a través de sus padres son saludables cuando se dan sin excesos, como decía Aristóteles: “La virtud está en el punto medio

La sobreprotección puede ser vista como una forma de amar o querer, pero muchos padres desconocen el daño que les hacen a sus hijos.



Los investigadores que ha trabajado esta temática sitúan las causas de este comportamiento en una gran diversidad de razones, a continuación señalamos las más relevantes:
  1. Padres con una infancia triste que desean entregar a sus niños todo el amor que ellos no pudieron tener.
  2. Niños que son criados de la misma forma que fueron criados sus padres. El “Modelo sobreprotector” se repite.
  3. La comodidad de consentir antes de educar en disciplina.
  4. La sobreprotección también nace de la “culpa”. Muchos padres dejan a sus niños solos en casa y el tiempo que tienen con ellos es para complacerlos en todo.
  5. La ausencia de uno de los padres también origina que sobreprotejan a sus niños. Tener un hijo único, o ser muy mayores también crea mucha inseguridad en los padres, lo cual los lleva a centrar toda su atención en su pequeño.
  6. Miedos.
  7. Falta de tiempo de las familias.

Los obstáculos, las dificultes y las caídas son parte del camino que cualquier persona debe recorrer a lo largo de su vida. Por lo tanto, es fundamental la forma en que aprendamos a enfrentar esos momentos y situaciones. Recordemos que para un desarrollo pleno y saludable, es necesario que el ser humano aprenda a vivir la vida de forma autónoma. Esto quiere decir; a ser capar de enfrentar las situaciones que se le presentan con sus propios recursos y con un apoyo o empujoncito externo, cuando sea necesario. 

Si se pretende que los adolescentes tengan autonomía, los padres han tenido que dar los pasos necesarios para que, desde niños, hayan ido incorporando la importancia de responsabilizarse de las tareas de la casa, de sus estudios y de sus objetos personales. A la vez, se les habrán ido presentando opciones de elegir y, también, se les habrá enseñado a asumir las consecuencias de sus elecciones. O, si se busca que los adolescentes se muestren comunicativos con los padres, se hace preciso haber creado previamente un clima de respeto mutuo, de sinceridad, de confianza, de seguridad, de cariño y de empatía.

Algunos padres piensan que los chicos se responsabilizarán o adquirirán determinadas cualidades cuando se hagan más mayores. La experiencia muestra que tener más edad no garantiza nada. Es más, si un niño debería haber incorporado un valor, por ejemplo, a los tres años, y no lo ha hecho, resultará cada vez más difícil que lo haga a medida que pase más tiempo.

De alguna manera en la adolescencia se recogen los frutos de las relaciones entre los padres y los hijos y del trabajo educativo realizado antes de llegar a la misma. Por tanto, si se quiere una adolescencia con pocos conflictos, al terminar la Educación Primaria, los niños necesitarán, entre otras cosas: estar bien equipados emocionalmente, tener autoestima ajustada, aceptarse tal cual son.


Por Isabel Oliva Gómez, Pedagoga, Logopeda y Técnico del Ayuntamiento de Barbate, y Fco Javier Camacho Ramos, Psicopedagogo para Escuela de Padres del Ayuntamiento de Barbate


1 comentario:

  1. Una charla muy interesante,
    Manoli, madre de CEIP Estrella del Mar

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