lunes, 15 de diciembre de 2014

CONSEJOS ANTE LA SOBREPROTECCIÓN INFANTIL

QUE HACER.....
  1. Transmitir al niño una percepción tranquilizadora del mundo. Ver peligros por todas partes y no concederle gradualmente la autonomía necesaria le crea mucha inseguridad. Añadir también una dosis de ansiedad constante significa correr el riesgo de bloquear o retrasar muchos de sus descubrimientos.
  2. Tratar de darle ejemplo, mostrándole que, aunque se equivoque y las cosas no vayan como querría, siempre existe la posibilidad de solucionar los problemas. El niño hace suya esta actitud a partir del ambiente en el que crece, y la “absorbe” por imitación.
  3. Hay que dar confianza al niño cuando asegura que “no puede” hacer algo. En los primeros años, el niño debe aprender muchas habilidades, y sus movimientos se deben perfeccionar. Cuando se desanima y habla de sí mismo subrayando únicamente la parte negativa (“no puedo”), es importante rebatir su punto de vista, demostrándole que sí sabe hacer muchas cosas solo.
  4. El hecho de sentir que mamá y papá se ocupan de él le aporta una gran seguridad. Elogiarle cuando logra hacer algo solo, o ayudarle sin dramatizar cuando tropieza y se cae, son otros estímulos que le ayudan a aumentar su autoestima.
  5. Inculcar demasiado miedo puede frenar la vitalidad de los niños y, en cualquier caso, hacerles escoger el camino equivocado. Algunos estudios han relacionado un comportamiento excesivamente temoroso de los padres con comportamientos transgresivos y agresivos de los hijos, una vez son mayores.


QUE NO HACER.......
  1. No infravalorar los miedos del niño, pero tampoco exagerar con la compasión. Cuando se le dice “pobrecito”, en realidad, sólo se están atenuando los efectos del consuelo. De hecho, al niño le parecerá que existe una amenaza real a la que debe temer.
  2.  No excederse con las advertencias del tipo “cuidado, que te vas a caer”, o “no vayas allí, que es peligroso”. Repetir estas frases continuamente tratando de evitar el enfrentamiento inevitable con el riesgo puede crear en el niño el miedo a no ser capaz de defenderse y dominar su integridad.
  3.  No hacer las cosas por él cuando no puede hacer algo. Protegerle de las frustraciones no le ayuda a ser autónomo. La autoestima del niño se forma en los primeros años de vida, en función de los juicios que se expresan sobre su persona y sobre sus capacidades.
  4. No intervenir enseguida en cuanto el pequeño sufre un acto de prepotencia por parte de otro niño de su edad. De lo contrario, nunca aprenderá a defenderse solo y siempre recurrirá a la ayuda de sus papás.


 Por Isabel Oliva Gómez, Pedagoga, Logopeda y Técnico del Ayuntamiento de Barbate, y Fco Javier Camacho Ramos, Psicopedagogo para Escuela de Padres del Ayuntamiento de Barbate

lunes, 8 de diciembre de 2014

¿CUÁLES SON LAS HABILIDADES SOCIALES BÁSICAS?

Como ya hemos comentado, las habilidades sociales son un conjunto de capacidades que permiten el desarrollo de unas determinadas conductas que hacen que las personas se desenvuelvan eficazmente en el ámbito social.  

A continuación señalamos las habilidades básicas que hacen posible el desarrollo de la competencia social en niños y niñas.

1.- Apego: capacidad de establecer lazos afectivos con otras personas.

2.- Empatía: capacidad de ponerse en el lugar del otro y entenderle.




3.- Asertividad: capacidad de defender los propios derechos y opiniones sin dañar a los demás.

4.- Cooperación: capacidad de colaborar con los demás para lograr un objetivo común.

5.- Comunicación: capacidad de expresar y escuchar. Sentimientos, emociones, ideas, etc.



 6.- Autocontrol: capacidad de interpretar las creencias y sentimientos propios y controlar los impulsos.

7.- Comprensión de situaciones: capacidad para entender las situaciones sociales y no tomarlas como algo personal, o culparse de determinadas cosas.


8.- Resolución de conflictos: capacidad para interpretar un conflicto y sacar alternativas de solución al mismo.


Por Fco Javier Camacho Ramos, psicopedagogo para la Escuela de Padres del Ayuntamiento de Barbate.


lunes, 1 de diciembre de 2014

EDUCACIÓN Y HABILIDADES SOCIALES

Las habilidades sociales constituyen una de las áreas prioritarias en el desarrollo social de cualquier persona, su aprendizaje está condicionado por las experiencias vividas, el entorno en el que nos movamos y los modelos que nos rodeen, ya que están formadas por un amplio abanico de ideas, sentimientos, creencias y valores que son fruto del aprendizaje y de la experiencia en distintos contextos sociales, principalmente en el seno de la familia.

De esta forma, podemos definir las habilidades sociales como un conjunto de capacidades que permiten el desarrollo de unas determinadas conductas que hacen que las personas se desenvuelvan eficazmente en el ámbito social.  

                   

















La importancia de las habilidades sociales radica en que su desarrollo influye en las actitudes y aptitudes de nuestros hijos e hijas en su relación e interacción con los demás.

Por todo ello, es de vital importancia prestar especial atención al desarrollo de las mismas, puesto que son imprescindibles para la adaptación de los niños y niñas al entorno en el que se desarrollan sus vidas, y posteriormente estas habilidades les van a proporcionar las herramientas para desenvolverse como adultos en la esfera social, siendo la base clave para sobrevivir de manera sana tanto emocional como laboralmente.

                                  


ASPECTOS IMPORTANTES A TENER EN CUENTA:

  1. Se adquieren a través del aprendizaje. No son innatas, los niños y niñas desde el nacimiento aprenden a relacionarse con los demás.
  2. Son reciprocas por naturaleza. Las habilidades sociales, requieren para su desarrollo la relación con otras personas.
  3. Incluyen conductas verbales y no verbales. Es tan importante lo que se dice verbalmente como los que se dice con gestos, acciones, etc.
  4. Están determinadas por el reforzamiento social, tanto positivo como negativo.
  5. Son capacidades formadas por un repertorio de creencias, sentimientos, ideas y valores. Estos son la base de la conducta social. Las personas interpretan las situaciones y deciden la actuación dependiendo de todos estos aspectos.
  6. Están interrelacionadas con el autoconcepto y la autoestima, así que nos vamos construyendo interiormente a partir de dicha relación.
  7. Son necesarias para el desarrollo integral de las personas. La persona se desarrolla y aprende en interacción con los demás.

Por Fco Javier Camacho Ramos, psicopedagogo para la Escuela de Padres del Ayuntamiento de Barbate.

Estrategias motivantes para los hijos/as.

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