domingo, 5 de marzo de 2017

LAS BASES PARA QUE TU HIJO SEA MEJOR Y MÁS FELIZ (2ª Parte)


1.    EL BUEN HUMOR Y EL OPTIMISMO:

     Si imaginamos una persona con buen humor, nos viene a la mente una persona que no se enfada demasiado, que está contento, que ve la vida de una forma positiva,…Pues eso es lo que queremos para nuestros hijos. QUE SEAN FELICES.

         Algunos niños están mejor dotados para el buen humor. Si bien, el humor se va desarrollando a lo largo de la infancia.

         El sentido del humor es tan necesario en la vida familiar como el afecto o la disciplina. Permitirá a los niños afrontar mejor las situaciones difíciles, los problemas, los temores,… así como descargar tensiones y mejorar el ánimo.

¿Por qué es importante el buen humor?

A medida que el bebé crece, vamos dejando de hacer el payaso,.. Vamos pasando a las normas, a recalcarle sus errores, problemas y conflictos. Y DEJAMOS DE JUGAR CON ELLOS.

Las tensiones y el cansancio del trabajo hacen que dejemos de lado la alegría y que nos convirtamos, A OJOS DEL NIÑO, en PERSONAS SERIAS Y ABURRIDAS

LOS NIÑOS A LOS QUE SE LES HA DESARROLLADO EL HUMOR TIENEN  UN MAYOR DESARROLLO COGNITIVO Y EMOCIONAL.

El buen carácter es una competencia social muy valorada. Todo el mundo prefiere estar al lado de una persona optimista y divertida.

Un niño así es una persona más resistente ante los problemas y con más capacidad para resolverlos.
 
 

¿Cómo educamos el buen humor?

Empecemos con nuestra actitud: Seamos optimistas ante los problemas, riámonos de nuestros propios errores y limitaciones, veamos el lado positivo y divertido de los pequeños contratiempos, sonriamos.

Reservemos un tiempo para el juego en familia.

Organicemos sesiones de chistes, de historias; contemos anécdotas, veamos vídeos familiares, películas de risa. Juguemos incluso a aquellos juegos para los que ya no estamos capacitados. Vernos hacer el ridículo les divertirá.

En definitiva: Un niño siempre preferirá vivir en un hogar en el que se divierte, en el que se resuelven los problemas con optimismo y energía positiva, que en uno serio, donde se dan órdenes, se discute, se recrimina,…

Vivir en una familia feliz es LO MEJOR QUE PODEMOS DEJARLES A NUESTROS HIJOS.

2.        ¿CÓMO ENSEÑAMOS BUENOS MODALES?

Primero revisemos los nuestros propios:

-          ¿Pedimos las cosas por favor?

-          ¿Damos los buenos días cada vez que entramos en un sitio?

Los padres tenemos que dar a nuestros hijos un modelo que puedan imitar. Los buenos modales son importantes.

           ¿Cuántas veces utilizamos a lo largo del día estas expresiones?  “Por favor, no me interrumpas cuando estoy hablando con otra persona”. "Pide las cosas por favor”. “No hables con la boca llena”.

         ¿Hoy hay relajación de buenos modales? Pero apreciamos más a los niños con buenos modales, son más agradables.

 
 
EJERCICIOS PRÁCTICOS:

1.   Escojamos 3 o 4 normas. Las escribimos y las pegamos en la nevera. Cuando las hayan aprendido, ponemos otras. IMPORTANTE: elogiemos a los niños cuando muestren buenos modales. Efusivamente a los pequeños, y levantando el dedo pulgar o guiñándole un ojo a los mayores.

2.   Enseñémosles a comportarse en las relaciones sociales: a dar las gracias, a decir lo buena que estaba la comida, a saludar a los amigos de los padres, Nunca son demasiado pequeños para aprender esto. Si nos fijamos expectativas altas, los resultados serán mucho mejores de lo esperado.

3.   En caso de que un niño PERSISTA EN SUS MALOS MODALES. Recurrir a programas que incidan en el refuerzo. Si se levanta continuamente de la mesa, Dibujar un grafico con las dos principales comidas del día para una semana. El niño pondrá pegatinas por cada comida en la que no se haya levantado hasta que no ha terminado de comer. Por cada día que consiga dos pegatinas, un premio (golosina, cuento, tv.). Y un premio más importante al final de semana. El premio diario se va retirando cuando se van fijando las conductas.

3.        EL BUEN CARÁCTER:

           Un objetivo muy importante de la educación que damos a nuestros hijos es conseguir que tengan un BUEN CARÁCTER. Es la base de todo lo que pueda conseguir en el futuro: de sus logros académicos, de sus logros profesionales, de su éxito en las relaciones con los demás.

           Para ello:

-          Escojamos un buen colegio, con un proyecto educativo cuyos valores compartamos.

-          Fomentemos actividades fuera de casa, que le doten de aquellos recursos que fomentan el buen carácter: deporte en equipo, salidas y excursiones,…

-          Procuremos conocer a su grupo de amigos.

-          Estemos pendientes de cambios bruscos en su carácter, porque debería deberse a algún problema.

-          No convirtamos una charla sobre lo que hacen con sus amigos en un interrogatorio, sobre todo en la adolescencia.

-          A partir de cierta edad, necesitan preservar su intimidad y reafirmar su independencia.

-          Eso no quiere decir que estén ocultándonos nada malo.

-           Démosle en casa la oportunidad de expresar sus opiniones y de reafirmarse.

-          Si es demasiado obediente en casa, también lo será en la calle.

-          Es preferible que tenga criterio propio.

-          Vigilemos lo que ve en televisión, internet,…

-          A ciertas edades no podemos prohibirles ver algunas series o jugar con ciertos videojuegos. Sería una falta de integración en el grupo. Sí podemos reflexionar con ellos de los mensajes incorrectos que transmiten y de que no hay que confundir ficción con realidad.

     Nuestra forma de resolver los problemas puede generar en nuestro hijo un estilo PESIMISTA U OPTIMISTA.

      Ejemplo: Juan ha suspendido el examen de lengua y su padre está echándole una regañina:

          Padre 1:“Nunca estudias, siempre está jugando con la videoconsola, así nunca aprobarás el curso y nos quedaremos sin vacaciones”. Este discurso a nuestro hijo no le sirve para nada,   porque no le damos las claves para tratar de resolver el problema. Estamos dándole la etiqueta de fracasado y la sensación de que no hay nada que hacer.

          Padre 2: “Deberíamos revisar lo que  ha pasado y ver qué podemos hacer para solucionarlo. “Podríamos hacer un trabajo extra sobre un libro, o si no entiendes algo yo te lo explico, o podríamos elabora un horario para que te dé tiempo hacer las tareas”. De esta forma nos implicamos nosotros y VE QUE PUEDE CONTAR CON NUESTRA AYUDA.

4.    RASGOS DEL BUEN CARÁCTER:

      Contar con recursos psicológicos y con un sistema de valores que permita alcanzar una vida feliz y convivir armoniosamente en sociedad.

1.      Confianza en uno mismo, permite tomar decisiones acertadas, resolver problemas. Esto se logra si el niño ha crecido en un ambiente de afecto incondicional, pero en el que también se hayan marcado unas pautas claras y unos límites que le aporten seguridad, y en  le hayan ofrecido posibilidades de autonomía y de exploración.

2.      Valores morales, como la honestidad, el respeto, la responsabilidad, la justicia, la solidaridad o la compasión.

3.       Gran capacidad para la vida en sociedad. Para relacionarse positivamente con los demás, en los más variados contextos sociales.

4.       Buen humor, optimismo. Afrontará mejor los contratiempos y los problemas y creará a su alrededor un ambiente de felicidad y satisfacción.

6. BIBLIOGRAFIA:

1.    Transmitir valores a los niños. Gerda Pighin. Editorial RBA.

2.    Cómo fortalecer el carácter de los niños. Robert Brooks y Sam Goldstein. Editorial Edaf.

3.    Cómo desarrollar la autoestima en los niños. Emanuelle Rigon. Ediciones Mensajero.

 

Por Antonio Fernández Ligero, psicólogo para la Escuela de Padres del Ayuntamiento de Barbate.

Estrategias motivantes para los hijos/as.

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