En este
caso, la palabra bondad, no se refiere solamente al cariño incondicional tan
propio de los animales, sino más bien a las ventajas que surgen cuando un niño o
niña adquiere una mascota. Y es que el hecho de hacerse cargo de una vida, es un excelente estímulo para el desarrollo en el
plano afectivo y emocional, puesto que ayudamos a desarrollar en nuestros hijos
e hijas su autoestima, incidiendo en el aumento de su responsabilidad, su
confianza personal y sus habilidades sociales.
Por
ello, podemos considerar que una mascota puede ser una excelente herramienta educativa,
e incluso muchos estudios sostienen que la cercanía con los animales reportan
beneficios a la salud.
Vamos
por partes:
En el ámbito afectivo, las
mascotas son sumamente recomendables porque los animales se convierten en
verdaderos amigos, desarrollando en el niño o la niña la capacidad de
vincularse afectivamente. De acuerdo a Gail Melson, profesora norteamericana de
Desarrollo Infantil y Estudios Familiares, el rol que
juegan las mascotas en la vida de los niños y niñas, puede ser tan importante
como el que tienen los padres y madres, los hermanos y hermanas y el grupo de
amigos. En este sentido, la profesora destaca el aporte que las mascotas
constituyen, sobretodo en la actualidad, debido a que
hoy en día los padres están mucho tiempo fuera de casa y que las familias son cada vez más pequeñas.
Según Melson, las mascotas proveen a los niños y niñas de la oportunidad de
aprender a preocuparse por las necesidades de otra criatura viviente. En este
sentido, el hecho de tener una mascota los prepara y les enseña a cuidar del
otro, la mascota depende de ellos y esto genera un vínculo sumamente
importante, ayudándoles a desarrollar la empatía desde pequeños.
En el ámbito emocional, la
existencia de una mascota se puede convertir en un excelente apoyo para los más
pequeños. Implica una compañía permanente, que jamás hará una crítica y que
siempre está disponible. La imaginación de los niños y niñas les permite
convertir a su mascota en un verdadero confidente, que escuchará todas sus
fantasías y lo acompañará en todas sus aventuras. El hecho de sentir que hay un
ser que depende de él o de ella, permitirá al niño o la niña sentirse
importante, lo que estimula el desarrollo de la seguridad y la autoestima.
En el ámbito educativo, las
mascotas son una excelente manera de inculcarles hábitos, constancia y
disciplina. El hecho de sentirse responsables por un ser vivo los obligará a
hacerse cargo de ellos. En este sentido, cuando un niño o niña ha insistido por
mucho tiempo en su interés por tener una mascota, en el momento que los padres
y madres acceden a hacerlo, es importante que recalquen el rol que deberá tener
él o ella como responsable de la mascota. Es bueno explicarles que deben
hacerse cargo de los posibles desórdenes, de alimentarlo y evitar que se
enferme. De este modo aprenderán a asumir responsabilidades y a enfrentar
percances e imprevistos.
En el ámbito de la salud, existen
numerosos estudios que aseguran que los niños y las niñas que interactúan desde
pequeños con animales sanos, desarrollan un sistema inmunológico más eficiente,
lo que disminuye las posibilidades de padecer alergias como el asma o la
rinitis. Si bien estos estudios –que son muchos- no han sido completamente
validados por toda la comunidad científica, sí existe un beneficio directo en
la salud cuando se tienen animales activos (principalmente perros y gatos).
Esto es, el aumento de la actividad física. El hecho de tener un perro obliga a
sacarlo a pasear y a jugar con ellos, una excelente manera combatir el
sedentarismo. Este hábito se ha expandido preocupantemente entre muchos jóvenes
que hoy llegan directos del colegio a jugar con el ordenador o con la
videoconsola. En cuanto a la higiene, es importante cuidar las medidas
sanitarias para evitar cualquier tipo de infección.
Por Marita Malia Guerrero, Pedagoga para Escuela de Padres del Ayuntamiento de Barbate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta página.