Las competencias sociales se aprenden y desarrollan a lo
largo del proceso de socialización,
como resultado de la interacción con otras personas, en primer lugar en el seno
de la familia, posteriormente en el contexto escolar, en la relación con sus
iguales y en la interacción con los medios de comunicación.
Este desarrollo se produce fundamentalmente en la infancia,
los primeros años de vida son fundamentales para el aprendizaje de estas
habilidades.
De esta forma, podemos decir que se aprenden y desarrollan a
través de los siguientes procesos:
1.- Experiencia directa.
Los niños y niñas están rodeados de personas y desde una edad muy temprana
comienzan a ensayar las conductas sociales. Se producen determinadas
experiencias que los pequeños van interpretando e incorporan esas
interpretaciones a su forma de pensar y actuar.
2.- Imitación. Los
pequeños aprenden por lo que ven de las personas que son importantes para ellos.
Imitaran aquellas conductas sociales que observan en los adultos más cercanos,
pero no solo las conductas, también aprenderán de estos la manera de
interpretar las situaciones y hasta de sentirse en determinados momentos.
3.- Refuerzos. Los
refuerzos sociales que tengan sus conductas, ya sea de los adultos y/o iguales
van a hacer que los niños y niñas desarrollen determinadas conductas y otras.
Por Fco Javier
Camacho Ramos, psicopedagogo para la
Escuela de Padres del Ayuntamiento de Barbate.
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