El 26 de enero comenzó con la primera
sesión Taller de Coaching Educativo,
o Coaching para padres, coordinado por D. Antonio Fernández (Coach educativo, deportivo
y personal) trabajando con herramientas pedagógicas para que los padres
encuentren las respuestas a las cuestiones y conflictos que habitualmente viven
en la relación, educación y crianza de sus hijos, aprendiendo herramientas
diferentes y efectivas para mejorar su labor como padres y ser los mejores
padres posibles. Fundamentalmente, por
medio de preguntas y con otras
herramientas que presentamos de forma práctica, ayudamos a los padres a
aprender y poner en práctica estos aprendizajes en cada oportunidad que se le
presente.
¿Qué se llevan
los padres de este taller?
- ser padres
más preparados y felices, por lo que sus hijos van a estar más preparados para
la vida y más felices,
- mayor
seguridad y eficacia,
- capacidad
para afrontar los desafíos cotidianos,
- más
presencia en la vida de sus hijos,
- comunicación
efectiva,
- respeto y
confianza por parte de su hijo,
- vida
familiar más serena y equilibrada,
- ser modelos
para sus hijos.
Y a todo esto,
¿qué es el coaching?
“…es un
proceso de entrenamiento personalizado y confidencial, en el que el coach ayuda, a través de la
utilización de una serie de herramientas, al cliente o coachee a conseguir sus objetivos, desarrollar sus
habilidades o superar sus bloqueos personales (creencias, emociones o
comportamientos)”.
¿Qué puede
aportar el coaching?
Un nuevo
enfoque, un nuevo punto de vista, en definitiva, una estrategia en el camino
hacia el éxito, hacia la consecución de nuestros objetivos, de nuestras meta y
sueños.
Los padres de
hoy deben de asumir la responsabilidad de dotar a sus hijos de una serie de
competencias que hagan que salga la mejor versión de ellos. Por ello, por medio
del coaching educativo se genera
nuevas formas de trabajar para que los hijos se sientan acompañados de una manera diferente a la tradicional que todos
conocemos, en la que priman los sermones y establecimientos de normas y
castigos. Muchos jóvenes estás muy faltos de autoestima y no tienen ese
sentimiento interior tan importante de “yo valgo”. No son conocedores de sus
talentos, cualidades y habilidades, más bien saben a la perfección sus
defectos, que suele ser una visión distorsionada de sí mismos, en la que los
padres tienen mucho que decir, pues en muchos casos, por ignorancia, los han
reforzado.
El Objetivo
de esta Escuela es que los participantes adquieran las herramientas y
habilidades, por medio de casos prácticos, para que puedan entrenar desde
pequeños a sus hijos, evitar muchas limitaciones, conseguir que el niño
desarrolle ese sentimiento de “yo valgo”, consiga los mejores resultados
posibles y desarrolle su capacidad para tolerar la frustración ante las
adversidades.